Siempre me había gustado Pablo Neruda y una de sus frases; "me gusta cuando callas porque estás como ausente" me hubiera gustado decírsela a más de uno alguna vez, para así tener que evitar escuchar sandeces. Pero una mañana de febrero delante del arzobispado una chica leyó un poema que me llegó hacia adentro y que casualidad que a mi mejor amiga también, así que aquí lo comparto.
¡Cuidado!
Las locas venimos en masa,
las locas sacamos las ñas
y, zas,
te arañamos la otra mejilla.
¡Cuidado!
Las locas, las desviadas
cuecas, maricas, travelas,
torcidas, feas y
extrañas,
te pegamos con el bolso,
pisoteamos tus valores,
te
escandalizamos entera.
¡cuidado!
Las locas invadimos,
tenemos negocios,
somos tus doctoras,
maestras y
monjas,
estamos por todas partes,
nos casamos, adoptamos,
estropeamos
tus niñas huérfanas.
Te vendemos el pan,
amasado con manos
de culo,
de pecado,
de sida, de noche.
Te rozamos en el metro,
te pagamos el
sueldo,
te limpiamos las camisas,
te miramos en los baños.
¡Cuidado!
Las locas somos todas y estamos cabreadas,
las locas te arañamos, te
pegamos y escupimos,
te mostramos nuestros Queer-pos, te tocamos el
falito,
te sobamos las ideas, rompemos tus esquemas.
¡Cuidado!
Que va a ser que ahora no tememos a tus perros,
a tus porras, a tus
palabras, a tus condenas,
o a estar presas.
Porque ya hemos estado ahí
mucho tiempo,
generaciones de exilios, de condenas, cárceles, campos,
palizas, sangre, dolor, lágrimas, ¡travesti de mierda!,
maricón,
bollera, contranatura, vergüenza ajena.
¡Cuidado!
Las locas contagiamos,
te pegamos cualquier cosa, te volvemos rarita,
sin quererlo.
¡Cuidado!
Las locas contagiamos
la fuerza, el coraje,
las ganas de luchar
y el poder vivir por fin,
sin miedo.
Txus García.