Si hace cosa de un mes mostraba mi malestar por una serie de documentales sobre alimentación que había visto en la noche temática y exhibía mi orgullo por comprar los productos frescos directamente a los productores, después de asistir a una conferencia sobre soberanía alimentaria este malestar se ha convertido en indignación y este orgullo en mi lucha.
La soberanía alimentaria se refiere al derecho de los pueblos y los Estados a definir sus propias estrategias de producción para de manera prioritaria poder alimentar a su población. Este concepto que parece básico y lógico, es en cambio incumplido descaradamente para favorecer a los mercados y a los flujos y acumulación de capital, provocando una situación en la que se producen el doble de alimentos para poder alimentar a toda la población mundial y en cambio, en el 2004 Unicef denunciaba que cada año mueren de inanición 5 millones de niños. Habría que ver cómo estas cifras han aumentado en la actual coyuntura económica mundial.
La causa de estas ilógica e inhumana situación se puede resumir en tres palabras, sistema mundial capitalista. La mercantilización de todas las cosas ha llevado también a la mercantilización de la tierra y de los alimentos, de tal manera que se permite la especulación y así encontramos depósitos financieros que operan con alientos. Sin ir más lejos Caixa Catalunya ofrecía, por suerte dejó de hacerlo, un depósito al que llamaba 100% natural. Si una persona invierte en alimentos y gana dinero, significa que esos alimentos se venden más caros, y si esos alimentos se venden más caros significa que aumenta el número de personas pobres que no pueden acceder a ellos, si una persona gana dinero con un depósito “100% natural” otra debe morir de hambre.
Otra de las causas de la pauperización del tercer mundo es la explotación capitalista del monocultivo, es decir, que unas tierras fértiles se dediquen a cultivar un solo tipo de producto, aunque este no sea un alimento. Así encontramos situaciones en las que países como Kenia donde una de cada dos personas sufre hambre es el mayor exportador de rosas del mundo, y sus mejores tierras en lugar de estar dedicadas a producir alimentos para los keniatas, pertenecen a grandes multinacionales que cultivan rosas para el primer mundo. El primer mundo compra las mejores tierras del tercero para producir sus postres y sus caprichos, mientras el tercer mundo debe comprar al primer mundo los alimentos que podría producir en sus propias tierras.
En un tercer caso nos encontramos con la situación más absurda de todas, el no poder acceder a los alimentos que tus propias tierras producen, así en el 2002 después del corralito, Argentina que tenía 36 millones de habitantes producía alimentos para 300 millones de personas, casi 10 veces su población y en cambio el 46,7% de su población era pobre y 10 niños morían cada día por inanición.
Las multinacionales y las grandes superficies, con sus políticas económicas, provocan la pauperización del tercer mundo y pretenden controlar el mercado local haciendo indigno el trabajo del agricultor. En España 3 grandes compañías controlan el mercado de las semillas y las venden al precio que desean al 1.200.000 productores que existen. A su vez 5 compañías; Carrefour, Auchan, Eroski, Mercadona y el Corte Inglés controlan el 95% de la distribución imponiendo precios bajos a los agricultores y vendiendo a precios cada vez más altos a los 46 millones de consumidores, para así poder acumular más y cada vez más capital hasta que el dinero les salga por las orejas.
Por la sencilla razón de que los distribuidores quieren romper la relación directa entre los productores y los consumidores para así poder engañarnos inflarndo los precios, me siento enormemente contento y orgulloso hasta rozar la vanidad de comprar en el mercado las lechugas de Mika directamente a ella. Quiero saber lo qué como, quién lo produce y cómo lo produce, quiero fomentar el mercado local y que no se abandonen las tierras que están al lado de mi casa porque el hecho de cultivarlas es económicamente inviable. Hago un llamamiento a los poderes públicos y a todos los ciudadanos para que fomenten los mercados locales y en estas elecciones voten a opciones políticas que incluyan estas propuestas en sus programas.
En Haití los mercados están llenos pero nadie puede comprar
conferència sobre sobirania alimentària 1ª part
conferència sobre sobirania alimentària 2ª part
conferència sobre sobirania alimentària 3ª part
En Haití los mercados están llenos pero nadie puede comprar
conferència sobre sobirania alimentària 1ª part
conferència sobre sobirania alimentària 2ª part
conferència sobre sobirania alimentària 3ª part